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miércoles, 17 de octubre de 2012

AL PUEBLO:

AL PUEBLO: La reforma laboral propuesta por el Presidente autollamado del empleo, irónicamente ataca directamente los derechos laborales que el pueblo mexicano ha conquistado a lo largo de su gran historia de lucha. Es una falta de respeto de los gobernantes y los patrones abusivos hacia el pueblo de México que con su esfuerzo diario levanta el país en que vivimos ellos y nosotros, que con nuestro esfuerzo levantamos las casas, producimos la comida y tendemos las carreteras y los puentes por donde transita desde el humilde hasta el más adinerado de la Patria. ¿En qué me afecta esta reforma? El llamado “outsourcing” o “subcontratación” es la legalización de una práctica ya ocurrida y que en pocas palabras es la utilización de una empresa para contratar trabajadores, es decir la empresa que requiere la mano de obra ya no la contrata directamente sino a través de una empresa contratada para este fin, la consecuencia de esto, es que la empresa se libera de sus responsabilidades como patrón además de que limita al trabajador para exigir mejoras laborales. Otro de los elementos por los cuales los trabajadores debemos estar en contra, es en la cuestión del pago por unidad o pago por hora. Para poderse jubilar un trabajador debe cumplir 1500 semanas trabajando. Imaginemos que te contratan por 3 horas al día, tu tiempo para jubilarte (o para cubrir las 1500 semanas) se prolonga hasta realmente trabajar toda la vida. Otro punto de especial atención, son los llamados salarios caídos (el que se tiene que pagar aunque no se trabaje, como en una huelga o un juicio por despido injustificado). Justificándose el gobierno actual en que los juicios por despidos injustificados “duran mucho” (de 5 a 8 años) propone, no cambiar el sistema de justicia como sería lo más sano, sino limitar el tiempo de los salarios caídos es decir, que solo te pagaran aunque duren 5 años los juicios, un año de salarios caídos. A los patrones les conviene que duren tanto los juicios, pues esto los hace poder negociar antes del juicio un arreglo con el trabajador. La reforma también afecta al sindicalismo independiente. México es un país en el que el patrón puede escoger con que sindicato (de los grandes sindicatos o los ya establecidos) hacer convenio o firmar el Contrato Colectivo de Trabajo. Cuando un colectivo de trabajadores quiera formar un sindicato independiente, tendrá que pedir “permiso” para iniciar un juicio a la autoridad competente (a la Junta de Conciliación y Arbitraje) que para nuestro caso, son los patrones, los líderes sindicales y el gobierno. Es decir, los trabajadores que busquen esto, tendrán que pedirles permiso a los patrones (y estos tienen que dárselo, pues necesitan cumplir este requisito según la nueva reforma) para poder luchar por otro tipo de sindicalismo. Una burla. Esta reforma y su manera apresurada de aprobarse cumplen el viejo anhelo de los patrones de eliminar el empleo seguro, reducir las prestaciones y la seguridad social de los trabajadores para aumentar sus ya jugosas ganancias. Por último es importante recalcar el poco acceso de la mayoría de los mexicanos a las decisiones importantes de nuestro futuro, ¿Cuándo se nos pregunto si estábamos de acuerdo con esta reforma? ¿Cuando se nos consulto para saber si era nuestro deseo que se modificara la ley? MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA.

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